Me importas, me importas muchísimo. Y odio cuando me haces sentir como una idiota. Odio cuando dices que harás algo y no lo haces. Odio pensar que sólo estás conmigo por conveniencia. Odio que los demás se sorprendan al saber que he salido contigo. Y odiaría de verdad que pensaran que he caído en tus juegos malintencionados tan supuestos por ellos. Odio que digan cosas malas de ti. Odio que no se den cuenta de lo que realmente eres. Odio que nuestros planes nunca funcionen. Odio que tenga que pelearme con el destino, pensando que él está equivocado y que pese a cualquier cosa debemos estar juntos. Odiaría demasiado que esto fuera una farza, que lo que me dijiste y me dices sea una mentira para llegar a un objetivo vacío. Odiaría que no me valoraras, que me tomaras a la ligera como un prospecto más que se conquista igual que todo el mundo. Odiaría que muchas cosas de las que haces fueran a propósito, sólo para darme lecciones o desquitar tu enojo (tristeza). Aunque en este último punto he de admitir que soy yo la que me reflejo. Y tal vez no veas nunca esto, tal vez no te lo muestre. No lo sé. Por un lado sé que es algo que no debo guardar, por eso lo canalizo por estos medios, pero por otra parte, odiaría que todo esto te haga sentir mal. Te conozco, y probablemente lo haría. Lo menos que quiero hacer es dañarte, y también es lo menos que quiero que hagan conmigo. Pero sería bueno que tu te enteraras, que supieras de la franqueza que suele salir de mi. Me gustaría que todo el mundo entendiera mi honestidad, sería más fácil decir las cosas que llevo dentro. Pero me gustaría mucho más que tu trataras de comprender. Comprende que no soy perfecta, que cometo errores y que mis intenciones contigo no han sido otras sino estar juntos, pero por malditas circunstancias que no logro entender las cosas no se dan. Y he esperado mucho, tú también, las situaciones (¿O nosotros?) nos hacen esperar. ¿Esperar qué? Si estoy segura que los dos sabemos que debemos estar juntos, que lo queremos así. Ambos lo sabemos.
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¿No te das cuenta? Parece que en realidad estás jugando. Yo te tomo en serio, pero parece que tu a mi no, seamos lo que seamos. No es la primera vez que me haces algo así, ni que me haces sentir como una completa idiota. Lo peor de todo es que se que terminaré perdonándote porque ¿Sabes? yo si te quiero, lo que te he dicho es cierto. Y todo lo que pasa me hace pensar que tu no me quieres como dices, no me lo demuestras. ¿Te has dado cuenta de todo lo que he hecho por ti? Quizá no, y supongo que no es tu obligación estar al tanto de todo lo que hago o dejo de hacer, ni de entenderlo. Pero aún así te lo diré. He rechazado a varias personas que me invitan a salir, porque recuerdo, TE recuerdo. No como una tortura que me haría sentir "culpable" si salgo con alguien más. Sino como una persona a la que he decidido entregarle algo de mí. Te he defendido, he ignorado a las personas que dicen cosas no muy lindas de tí. Y sabes que? a mi no me importa e incluso me río por dentro de ellos algunas veces, porque están tan poco informados de lo que eres en realidad, de esa parte que yo he tenido el privilegio (así lo veo yo) de conocer.
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Ok, seré muy franca. Te diré lo que quiero... quiero que estemos juntos, quiero aprender de ti, enseñarte. Quiero dejar de aguardar, quiero que los tiempos muertos que se nos han aparecido por varias circunstancias se conviertan en tiempos vivos. Quiero que seamos compañeros, compañeros de verdad. Cómplices. Quiero mostrarte mi mundo y que tu te sorprendas con él. Quiero que nos acostemos en el pasto visualizando cosas extrañas, futuras. Quiero que los demás se den cuenta de nuestra fortaleza: tuya al perseverar, mía al ignorarlos. Quiero que nos tropecemos, que discutamos, siempre con la idea de que no importa que tan grave sea, terminaremos de nuevo juntos y más fuertes. Quiero que me des un lugar, no un nombre, un lugar. Quiero que me respetes, porque de algo puedes estar sumamente seguro: yo lo haré.
Septiembre 13 (¿O 12?)
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