lunes, 10 de febrero de 2014

Los mensajes casi imperceptibles.

Uy, esto lo escribí hace como un mes. Por alguna extraña razón seguía siendo un borrador, por eso lo publico justo ahora :)

Hoy veía la tele con mi mami (algo raro de un tiempo acá en el que más bien uso la computadora o hago otras cosas) y observé algo curioso que seguramente otros ya han notado. Me bastaron dos comerciales para darme cuanta de la magnitud con la que nos van introduciendo ideas que hoy ya están muy adheridas a nuestra cultura, y no me refiero a cuestiones precisamente buenas.

El primer comercial era sobre un jarabe para la tos. Un señor llegaba del trabajo tosiendo, sus hijos lo esperaban y su esposa de inmediato reaccionaba dándole el menjurge en mención. Luego recordé otros mensajes publicitarios en los que siempre ilustran la imagen de una familia feliz: la señora a cargo del hogar, atenta en todo momento hasta del mínimo pestañeo de sus hijos y marido. El padre trabajando (de preferencia con traje y maletín ejecutivo) y llegando extenuado para llevar el pan a la mesa.

En fin, nos pintan un clásico marco de cómo "debería" ser una familia, de los papeles de cada individuo, de su intervención social. Y bueno, eso no es malo, lo malo, desde mi punto de vista, está en abusar del mismo escenario una y otra vez sin dar cabida a otras opciones.

También me he dado cuenta de que últimamente crecen, proliferan, se reproducen a gran escala, los comerciales sobre tratamientos y medicamentos para diversas enfermedades (Quizá inexistentes o menos graves de lo que lo hacen parecer).  Es como si nos inculcaran que la normalidad es tener siempre algún padecimiento cuya cura encontraremos en la farmacia.

Creo que esto es una de las razones por las que nuestros temores aumentan, y con ellos lo hace la compra excesiva de cajitas brillantes, cápsulas mágicas y líquidos maravillosos que nos aseguran la salud, cuando ésta comienza con el amor y cuidado propios (Y eso que no toco el tema de los elixires de la eterna juventud, que también nos dan las pautas para tener el físico perfecto sin el menor esfuerzo)


El segundo comercial trataba sobre un tipo que iba en un convertible verde super lujoso, ¡ah! y con una chava a un lado super guapa. Muy "glamouroso" el asunto. De pronto ¡Puff! despertaba y estaba en un autobús de ruta, soñando. Se desanimaba, pero luego sacaba su billete de lotería y sonreía. Se vislumbraba en su mirada una fe enorme de "éxito".

Bien ¿Por dónde empezar? A mi parecer las ideas que nos implantan son: Que lo mejor de la vida y del disfrute de la misma está en un coche de lujo al lado de una modelo bellísima. Que aquello que nos hará felices podremos alcanzarlo exclusivamente siendo millonarios. Que nuestros sueños se logran esperando a que la suerte nos acompañe.

Ok, a veces las cosas pasan por una bonita serendipidad, pero está claro que no hay mejor descanso que el que se logra con el trabajo y que no es bueno estar atenidos siempre a que a una luz divina se le ocurra posarse sobre nosotros y mejorarnos la vida en un dos por tres.


En fin, no quiero parecer muy quejumbrosa. Sólo encuentro mi blog como un espacio de expresión y opinión. Además, no me gusta la gente que se queja sin hacer algo para solucionar el problema, por lo que no quiero caer en eso.

Yo les diré que no puedo solucionarlo todo, pero si llevar a cabo mi alternativa de ser más crítica y objetiva, con el fin de no crearme una vida basada en los mensajes publicitarios con los que nos bombardean diariamente , sino construir la mía propia. También los invito a hacer lo mismo, no a mi manera, sino a la suya, pues cuando decidimos con lo que somos y no con lo que quieren que seamos, estamos siendo libres.

¡Saludos y hasta la próxima!

1 comentario:

  1. Me encanta tu opinión, me gusta mucho que tengas esa posición critica. Ademas de que tienes razón, deberían pasar comerciales que nos enseñen, que nos dejen pensando cosas hermosas de la vida, que tiene muchas :)
    Besos ♥

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