martes, 9 de abril de 2013

Quizá

¿Cómo una persona, un comentario, algo que finalmente no tiene sentido, puede cambiar tu actitud?

Quizá, la medida en la que te afecta depende de que tan débil te encuentres emocionalmente.
Quizá no tengas ánimos de escuchar a un idiota una persona que suele decir sus palabras con pretensión malévola.
Quizá te encuentres tan a gusto en tu pequeño gran mundo que no deseas que te interrumpan, menos un individuo así.

Finalmente encuentras que ese momento termina siendo una verdadera cuestión sin sentido.
¿Por qué dejar que te afecte? ¿Por qué no sólo ignorar y dejar a esa "criaturita" ahogada en su propio temor?

Es difícil, personalmente, mucho más en este preciso instante.
Se vuelve más difícil cuando no comprenden tu franqueza, tu objetividad; cuando suponen demasiadas cosas de tí sin siquiera tomarse el tiempo para preguntar. ¡Ay gente!
Es estresante que te malinterpreten; que muchas veces no estés en el mismo canal que los demás (o ellos en el tuyo), porque su lenguaje no es el mismo, ni su actitud, ni su percepción, ni su entendimiento.
No quiero que sean idénticos a mí, sólo espero de su parte un poco de apertura, de disposición para escuchar y conocer las verdades de otros.

Mario Benedetti dijo "La honestidad siempre nos llevará a odiarnos un poco".

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