sábado, 12 de julio de 2014

Preceptos para no volver a ceder


Él es una persona peligrosa, alguien que lamentablemente (muy lamentablemente) ha sido tan herido y está tan lastimado que se ha vuelto malo, desconfiable y egocéntrico. Es una verdadera lástima que muestre -u oculte, según sea el caso- intenciones sumamente perversas. Por otro lado, tú tienes que aceptar ese hecho y comprender que nunca nada estuvo en tus manos. Es un tipo oscuro, maltratado por la vida, melancólico pero también malévolo. Es posible que cambie (¡Qué mejor!), pero eso es algo en lo que no te corresponde intervenir.
Noviembre ´13


Lo irónico fue que eran tantas las ganas de amor y la osadía que decidió ceder...




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