lunes, 3 de noviembre de 2014

Cuando me reencontré durante tu ausencia

   ¿Sabes? Me da mucha tristeza lo que dices, es como si tuvieras una actitud totalmente indiferente frente a lo que hago, como si no te importara. Pero esta bien, yo no puedo obligarte a ir por lo que dices querer, yo no soy tu.
   El sábado te estuve esperando, y el hecho de que no hayas ido, o de que ni siquiera me hayas dado una señal, me demostró que en realidad yo no te importo lo suficiente y que las cosas que me has dicho son mentira.
   Pero igual también es mi problema, por fijarme en alguien que creí sincero y diferente, cuando tal vez es lo contrario. Es chistoso: digo "tal vez" porque aun me resisto a creer lo que la mayoría cree ...¿Que tonta no? ...
   Y ya que estoy siendo sincera, ese "quizá sea lo mejor" que tu dices me parece un signo de conformismo. Antes habría dicho ante ello algo como "Ok, así es el destino" pero me he dado cuenta de que no todo depende de él, y de que hay momentos en los que uno tiene que ir por lo que quiere, tristemente (y perdón si te hago sentir mal) creo que no es tu caso. Siempre tuve una gran confianza en tus capacidades, pero me parecía una lastima que no actuaras, que te inmovilizaras.
   Yo te puedo decir que hubo un punto en el que decidí estar a tu lado a pesar de todo, e hice lo que pude, tal vez de la manera mas torpe, pero al menos lo intenté. Sin embargo, también me di cuenta de que esto debe ser una vía de dar y recibir, de que quizá ambos hacemos cosas por el otro que el otro no nota.
   Como sea, no te puedo decir que ya no te quiero. ¡Ah! Esa es otra cosa graciosa: quererte a ti, una persona a la que jamás imaginé querer de esta manera.


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