viernes, 6 de noviembre de 2015

Introspectiva y cartas sobre la mesa

Necesito dejar de sentirme patética por poetizar la vida. Necesito ser y amarme de verdad. Necesito abrirme y dejar de juzgarme, de reprocharme y de rechazarme. Soy genial, pero, es cierto, nos da miedo brillar.
Y si yo quiero a alguien es porque simplemente quiero querer de verdad, dar, vivir y compartir con esa persona, sin más. Los demás salen sobrando, no porque quiera hacer drama (ya fue suficiente de eso) sino porque ellos no son yo para poder ver lo que veo y de la forma en la que veo. Es hora de volar de verdad, pero volar en serio. Sola pero acompañada, sin atarme y sin atar.
Él tiene sus propios sueños, tu tienes los tuyos, los dos quieren lo mejor para ambos. La cuestión está en creer que uno le hará bien al otro. Ambos somos inseguros y nobles, muy nobles. Tanto que nos sacrificamos por el otro de una u otra forma, que quizá no damos a conocer.
Saraí, tu eres más de lo que piensas que eres, mereces lo mejor porque has sido buena. No te martirices sin sentido, no te metas en problemas imecesarios, vive en paz y sin temor. El miedo paraliza y no te deja avanzar. Elimínalo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario